Etapa de 0 a 1 año
Despertando al mundo, el año más mágico
No hay nada más dulce que un bebé, y que despierte más nuestra ternura, pero además los bebés están en una etapa de desarrollo extraordinario, la que más cambios experimenta.
El primer año es uno de los más importantes para el desarrollo infantil, por eso en nuestra Escuela respondemos a sus necesidades con delicadeza… y formación.
Los bebés nacen muy inmaduros desde un punto de vista cognitivo y físico, pero en tan solo un año, son capaces de iniciarse en el movimiento autónomo, de cambiar por completo su alimentación, de empezar a coordinar sus movimientos, de entender el lenguaje e incluso de decir sus primeras palabras. Progresos relevantes ¿verdad?
Por eso es en esta etapa en la que la formación de los profesionales que le atienden es aún más trascendental:
- Para acompañarles en cada uno de los hitos de desarrollo más importantes, favoreciendo que cumplan con todos ellos pero a su ritmo y con mimo.
- Proporcionándole sus primeras experiencias sensoriales, de forma cuidada, organizada y acorde a su desarrollo cognitivo.
- Alentando su movimiento autónomo que va a favorecer su autonomía y el desarrollo de su sistema visual, propioceptivo y vestibular.
- Acompañando su día a día de lenguaje, afecto y de cuidados.
¿En qué otra etapa un ser humano va a experimentar tantos cambios y aprendizajes como durante el primer año?
Porque este primer año también se caracteriza por la importancia de atender sus necesidades fisiológicas de alimentación, aseo y descanso de una forma individualizada contando con la comunicación imprescindible y diaria de nuestras familias.
Estos primeros meses son muy especiales, y en la Escuela nos encanta tener la oportunidad de disfrutarlos y compartirlos con vosotros.